Poemas de Patricio Rascón


Patricio Rascón (Linares, 1961) es un poeta adscrito a la corriente de la poesía de la conciencia crítica. Su obra, confesional, intimista y de corte narrativo, en la que destaca el verso corto y libre, así como el uso de un lenguaje que recorre desde los coloquialismos y la oralidad de la Andalucía rural, hasta el reporte pseudoperiodístico y los cultismos, confronta el sistema neoliberal y, principalmente, su representación en la realidad diaria (la del obrero, la del hijo, la del padre, la del inadaptado) a través de un discurso temático centrado, en las relaciones paternofiliales, los recuerdos de la infancia y su Linares natal, su condición de viudedad y de emigrante andaluz que habita una Mallorca totalmente alejada de esa imagen de paraíso elitista, la reflexión sobre las condiciones sociolabores en la España contemporánea y, en su última poesía, la naturaleza como espacio de resistencia.

Ha publicado los poemarios Crónicas de un subproletario y otros poemas (Baile del Sol, 2002), Parte de paz (Crecida, 2007), Olvidar el olvido (Baile del Sol, 2012) y Expiación (La Baragaña, 2015)




PARTE DE PAZ, 2002

800.000.000 de personas sufren hambruna
y desnutrición en el mundo
por tal motivo
muere una persona cada 4 segundos

en 2001 fallecieron
en España
38 mujeres
durante los primeros once meses
asesinadas por sus respectivos compañeros
―o excompañeros―
sentimentales
44 el año precedente

la carretera
en este mismo país
se cobró
durante las vacaciones de semana santa
del presente año
122 muertos en accidentes de tráfico
140 en 2001

la media de obreros fallecidos en España
a causa de un accidente laboral
durante el año 2000
ascendía a 5 cada día
el índice de siniestralidad
más alto de Europa
el doble que en el resto de países europeos
y
según los datos estadísticos
facilitados por el Ministerio de Trabajo
hasta el mes de octubre de 2001
nos encontramos con un aumento de accidentes
de trabajo con baja en jornada laboral
del 3,7% respecto al año anterior...

así
dando cifras
(que todos nos hemos acostumbrado a oír
como cosa rutinaria
mientras nos metemos la cuchara en la boca
sin pensar que hay dolor y llanto tras ellas)
podría estar por tiempo indefinido
pero no terminaría de redactar
nunca
este parte de paz

De Parte de paz





MEMORIA

Papá,
Te acompañé al campo
A poner cepos,
Para atrapar zorzales y trigueros,
Porque necesitaba que me quisieras,
Que no me dieses más miedo.

Papá,
Me dejaste solo mucho rato
Y oscureció;
Y pasé miedo y frío,
Y,
Aunque te temía tanto como a la noche,
Te llamé porque,
Al fin y al cabo,
Yo sólo era un crío y tú eras mi padre.

Papá,
Cuando regresaste furioso
Y me gritaste y me llamaste maricón
Te odié con toda mi alma;

Y empecé a perderte el miedo
Y penetré la noche.

De Olvidar el olvido





SEGURIDAD


El violáceo glande,
La negruzca polla
Que fui obligado a chupar.

La mirada de aquel chaval.

La hoja de la navaja,
Al rojo vivo,
Que me cauterizó el antebrazo.

La brutalidad de aquel chaval.

El fuerte golpe en mi ojo,
El cachorrillo
De perro destripado a mis pies.

La risa psicópata de aquel chaval.

Semen,
Sangre,
Lágrimas.

Es verdad,
Papá,
Mamá,
Antes teníamos más seguridad:
Se podían dejar abiertas
Las puertas de las casas.

De Olvidar el olvido





TRES PALOS

Una dolencia crónica
Libró a mi mujer de algo tan abominable,
O más aún,
Que la enfermedad:
El trabajo.

Que dignifiquen esa palabra
Todo lo que quieran
Los ignorantes
Y los interesados en que la ignominia prevalezca,
Pero
El sustantivo trabajo
Viene del verbo trabajar
Y este vocablo procede
Del latín tripaliere.
Tripaliere viene de tripalium;
Tripalium era un yugo hecho con tres palos
En los cuales amarraban a los esclavos,

No para cubrirlos de dignidad
Sino para azotarlos.

De Olvidar el olvido





RUEDAS

Estábamos sentados en el porche,
Tomando el sol.
Ella,
En una silla de ruedas,
Cubierta con una manta y con una gorra algo ladeada,
Y yo en un sillón de mimbre,
En pantalón corto,
Con la taza del desayuno en las manos
Y los ojos enrojecidos por el llanto.

Hablábamos de nuestro inmediato futuro.
Ahora deberías de viajar, aprovecha,
cumple tu sueño,
Me dijo.

Bajé la mirada hasta las ruedas de la silla
Y le conté
Que había comprado una bicicleta.

De Olvidar el olvido





destapas el clavel que enterraste entre las páginas
de un libro de poesía japonesa

el único que no arrojaste al mar
junto a las cenizas de tu esposa
ahora está seco

pero es otro poema

De Expiación





[sol]

3

apareció vestida con ropa de su madre
y cuando el sol brilló en su pelo y en su rostro
estuve a punto de llamarla por su nombre

pero era nuestra hija
prendiéndole fuego a la muerte
en el quicio de la vida

De Expiación





[crimen perfecto]

como el más despiadado de los cómplices
permití que te abrasaran con quimioterapia
en el hospital
durante tres meses

yo mismo te rapé la cabeza
y te sujeté la mano en tus últimos estertores

después
arrojé tus cenizas
lejos de la podredumbre
del estado del bienestar

De Expiación





NEGACIÓN

A Noni (1964-2012)

Al principio pensé:
lo he perdido todo.

Con el paso del tiempo,
recapacité: no, solo
la he perdido a ella.

Lo peor vino
cuando supe
que habría preferido
perderlo todo.

De Caminar como un árbol (Inédito)





ARENA

Creo que ocurrió
hace millones de años:
la selva
cedió a la sabana,
y debí bajar de mi refugio
y erguirme a dos patas,
entre los matorrales,
por instinto
de supervivencia.

Desde entonces,
no paré de huir:
ningún hogar
volvió a ser el mío,
y los fui deforestando
todos a mi paso.

Ahora anhelo
regresar a casa,
al tiempo y el lugar
donde no sé
que no soy un árbol.

Aunque me temo
que solo hallaré
arena.

De Caminar como un árbol (Inédito)





GRABADORA

Mientras he bajado a desayunar,
he puesto la grabadora
en la ventana de mi habitación
para capturar el canto de los pájaros.

Los poemas que más me gustan
los escriben otros.

De Caminar como un árbol (Inédito)





CHARCO

A Miki

El planeo del águila real,
la ligereza del gamo,
la esbeltez del pino salgareño,
la levedad de la violeta...

pero no fue hasta el final del camino,
cuando ella me reveló
el reflejo del cielo
en un charco.

De Caminar como un árbol (Inédito)





OESTE

Mientras marcho
en dirección a la luz crepuscular,
que se filtra entre las ramas de los pinos,
de repente,
comprendo, por fin,
que voy al lugar de nuestro reencuentro.

Aunque también sé
que jamás volveremos
a vernos.

De Caminar como un árbol (Inédito)





LUZ

A Marc,Thiago y Savina

Dicen que ya es hora de que te deje marchar;
pero ¿cómo podría ser eso posible si
siempre estuviste conmigo,
incluso antes de conocerte?

Me iré yo y tú seguirás aquí.

Hoy te he visto en las pupilas de nuestro nieto.

De Caminar como un árbol (Inédito)





PERDÓN

Siempre que vuelvo a Linares,
la ciudad donde nací,
hay alguien que me recuerda
que soy idéntico a mi padre.

Antes, cuando escuchaba eso,
me irritaba y me entristecía
a partes iguales;

pero, ahora
que lo veo viejo
y cercano a la muerte,
me miro al espejo

y me digo
que ya es hora
de aprender a perdonarme.

De Caminar como un árbol (Inédito)





OLIVOS

A Julio Lardín

He regresado a mi pueblo
para ver a mis padres,
pues ―viejos y enfermos―
esta puede ser la última vez
que los vea con vida.

Hoy he aprovechado la mañana
para recorrer la vía verde,
que transcurre entre olivares,
hasta las minas de plomo.
A la altura de Paño Pico,
un letrero aconseja
a los senderistas
que no abandonen el camino.

Pero yo hago caso omiso
y me adentro hasta el corazón
de los olivos

porque,
aunque todavía no sé bien a dónde voy,
aún recuerdo de dónde vengo.

De Caminar como un árbol (Inédito)

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